Berlín, Día 5- Curso 'The New Erasmus Program 2021-2027: Writing a successful Project for your school'

Mi quinto día en Berlín amaneció lluvioso, pero no excesivamente.

La formación era hoy en horario de mañana. Tuvimos una jornada de trabajo muy intensa, como la anterior, sin levantarnos de la silla salvo para ir a surtirnos a la máquina de café. Repasamos las partes fundamentales del proyecto y profundizamos en los conceptos de comunicación, diseminación y explotación porque aún estaban pendientes. 

A continuación, recuperamos nuestros borradores del día anterior y nos pusimos manos a la obra. No os podéis imaginar lo complicado que es crear una idea coherente y luego hacerla encajar en el programa sin dejar cabos sueltos... Es muy, muy difícil. Cuando me inscribí para hacer esta formación no me imaginaba que iba a ser así. La verdad es que pensaba que una semana en Berlín me bastaría para llevar de vuelta a Lugo un proyecto prácticamente redactado. Nada más lejos de la realidad! Hemos estado trabajando a tope toda la semana y sólo me llevo un borrador. Pero no soy la única, eh! Nos ha pasado lo mismo a todas las participantes porque no tenemos experiencia en gestión de proyectos y nuestra formadora quiso asentar muy bien las bases en ese sentido.

Que en mi maleta no pueda llevar un proyecto terminado no quiere decir nada. He aprendido muchísimo más de lo que esperaba y eso es súper genial! De hecho, tanto me ha gustado el curso que creo que no me importaría seguir formándome en gestión de proyectos...

Al final de la mañana nos entregaron unos diplomas dignos de enmarcar y nos fuimos todas las participantes a comer para celebrarlo.

La gastronomía berlinesa no es precisamente lo más destacable de su cultura. Los tres ingredientes básicos son: carne de cerdo, patata y col. Con ellos hacen distintas combinaciones y las adornan, pero los platos sólo alcanzan el aprobado justito. Aquí tenéis un ejemplo:

Por eso, en mi opinión, siempre es mejor decantarse por una buena currywurst y no arriesgar demasiado. Eso sí, hay una cantidad inimaginable de cervezas diferentes que beben como si fuera agua. Incluso por la calle la gente se va tomando su botella de medio litro (medida estándar) sin ningún tapujo. 

Para finalizar, os comento que aquí la conciencia medioambiental está ya muy asentada. El uso de la bicicleta y el trasporte público, así como el reciclaje, forman parte de la vida diaria de todos los ciudadanos. No hay contenedores en las calles. Cada edificio tiene los suyos en los patios interiores y lo reciclan absolutamente todo. 

Mañana (último día) os cuento más!

Fani